Escrito por Gustavo Zambrano (*) (**)
Quienes se han encargado de transmitir los conocimientos y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, han sido las mujeres. Este rol va más allá de lo relacionado a la familia y su cuidado; se expande también en diversos ámbitos que van desde la salud, la conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de los recursos genéticos, la tradición oral, los diseños y las artes. De acuerdo con el Censo del 2017, el 24% de la población peruana se autoidentifica como parte de uno de los 55 pueblos indígenas que hay en el Perú, lo que representa 6 millones de personas aproximadamente, de los cuales cerca de 3 millones son mujeres; ellas se han convertido en las defensoras de las tradiciones, historias y saberes indígenas del país.
Las mujeres indígenas además son las productoras de los alimentos que se consumen, lo que es crucial para la seguridad alimentaria y nutricional de sus comunidades, y de sus hijos e hijas. En esa línea, su participación en la lucha contra la pobreza y la desnutrición ha sido y es fundamental, ya que sus aportes evidencian experiencia y realidad y sobre todo preocupación, que debe ser seriamente considerada en el diseño de políticas estatales. Por ello es central su participación en todos los niveles de toma de decisiones, tanto estatales como de sus organizaciones y comunidades, así como en la defensa de sus territorios. Sin ellas la supervivencia del pueblo se ve mellada ya que, si no se transmiten los saberes y conocimientos, estos se pierden en el tiempo, y las culturas se olvidan. Y cuando sus puntos de vista no están considerados, se refuerzan lógicas patriarcales que lo que hacen es invisibilizar la diversidad de ideas.
Es por ello que, a pesar del reconocimiento obtenido, los esfuerzos por alcanzarlo, y los peligros de no hacerlo, hay situaciones estructurales que generan una grave afectación a sus condiciones de vida y ponen en riesgo su rol de transmisoras de conocimiento. Por ejemplo, los distintos tipos de violencias que viven las mujeres indígenas diariamente representan problemas reales que deben enfrentar y que dificultan sus oportunidades de mejora. Además, no solo la discriminación por ser mujeres e indígenas las hace doblemente vulnerables y limita su acceso a servicios, sino además las brechas sociales en este grupo de personas son más marcadas. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, el porcentaje de mujeres indígenas sin DNI es mayor que el de hombres indígenas; por otro lado, de acuerdo con el Censo del 2017, el total de mujeres indígenas que no saben leer ni escribir representan el 24% del total de mujeres peruanas; es decir, que de 10 mujeres que tienen como lengua materna una lengua indígena, 2 de ellas no saben ni leer ni escribir. Las condiciones de vida de las mujeres indígenas resultan más gravemente afectadas por el doble hecho de ser mujeres e indígenas, lo que se acrecienta si viven en ámbitos rurales, tanto andinos como amazónicos.
Entonces, ¿cómo garantizar ese valor que tienen las mujeres en la supervivencia de los pueblos indígenas? Cuando se combaten las violencias contra las mujeres y el machismo, cuando se abren espacios de participación diferenciados por genero, o se reconoce el valor histórico de las mujeres para el rescate de sus saberes y tradiciones, entonces se apunta a garantizar la continuidad de los pueblos, así como rescatar los conocimientos ancestrales para las nuevas generaciones. Es un rol paritario, que muchas veces no está evidenciado lo suficiente. La lucha entonces es por reconocer ese valor central pero además por hacerlo cada vez más visible.
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha nos permite conmemorar la lucha y participación de las mujeres en la sociedad y su desarrollo; y en ello las mujeres indígenas deben estar representadas también. Es una fecha justamente para ayudarnos a evaluar qué se ha estado haciendo para dar solidez al rol de las mujeres indígenas en los procesos de garantía de las condiciones de vida de sus pueblos. Reconocerlas como guardianas de los valores culturales de sus pueblos (como nos recuerda la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) representa asegurar que su voz esté presente, y permita romper con las taras que aun subsisten, pero además exige el compromiso de todos y todas.
(*) Sobre el autor: Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Magister en Ética Aplicada en Negocios (Suecia). Especialista en derechos humanos y derecho ambiental, en particular en temas de pueblos indígenas vinculados a la gestión territorial, el manejo forestal, el cambio climático, la gestión de reservas para pueblos indígenas en situación de aislamiento, y consulta previa. Experiencia de trabajo en gestión pública, en el diseño de propuestas de manejo de conflictos socio ambientales y su seguimiento, asesoría, incorporación del enfoque intercultural en los procesos, dirección de proyectos, trabajo con organizaciones de base, y docencia universitaria.
(**) Artículo a su vez publicado en Diario El Peruano (2022). Mujeres indígenas y sus saberes colectivos. Recuperado de: https://elperuano.pe/noticia/140684-mujeres-indigenas-y-sus-saberes-colectivos