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Escrito y traducido al español por Samantha Ruvalcaba (*)

En la noche del 4 de abril de 2020, el Dr. Ramon Tallaj y médicos asociados trabajaron para ayudar a un hombre indocumentado de habla hispana. Antes de buscar asistencia médica, el hombre había compartido en Facebook lo que le había impedido a recibir ayuda antes: la creencia de que un intento de hacerse la prueba de COVID-19 como persona indocumentada resultaría en una multa [1].

Afortunadamente, el Dr. Tallaj y su red de proveedores liderada por médicos llamada SOMOS Community Care trabajan con más de 650,000 pacientes en comunidades desatendidas en la ciudad de Nueva York, principalmente inmigrantes asiáticos e hispanos [2]. Estas redes nacieron para abordar las múltiples disparidades en el sistema de salud estadounidense que ha llevado a una cantidad desproporcionada de muertes por COVID-19 en la población hispana / latina: la falta de acceso a otros idiomas además del inglés para que los profesionales de la salud puedan atender a sus pacientes.

En Nueva York, donde opera SOMOS, los latinos constituyen el 29% de la población y tienen el mayor número de casos y muertes por COVID-19 por cada 100,000 personas de todos los grupos étnicos/raciales [3]. En todos EE. UU., los hispanos/latinos ocupan el segundo lugar después de los blancos no hispanos en la cantidad de casos y muertes de COVID-19 informados a los CDC. Ver figura 1 [4].

Figura 1. | Datos sobre casos de COVID-19 y muertes separados por raza / etnia. | Tabla cortesía de CDC.gov

La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la inequidad en la salud que experimentan las personas con dominio limitado del inglés (LEP) en los Estados Unidos. Estas deficiencias lingüísticas incluyen datos escasos sobre el idioma y el origen étnico de los pacientes, la disponibilidad limitada de servicios adecuados para el idioma, como la interpretación, y la falta de profesionales de la salud concordantes con el idioma [5].

Salome Mwangi, una keniana que se mudó a Boise, Idaho, a través de un programa de reasentamiento de refugiados, es intérprete médica para pacientes que hablan kiswahili. En marzo de 2020, al comienzo de la pandemia, se le dijo a Mwangi que cancelara todas sus citas de interpretación porque las clínicas y los consultorios médicos optaron por un proveedor externo para proporcionar interpretación virtual en su lugar. Sin embargo, Mwangi dijo que este método de interpretación es ineficaz debido a los matices dialectales y al aspecto no verbal de la comunicación que no se puede traducir por teléfono o video. «Si hablo contigo por teléfono, es posible que expongas un lenguaje corporal que tal vez no pueda leer,” le dijo Mwangi a Time [6].

Ese mismo mes, ProPublica informó sobre una mujer que llegó a la sala de emergencias de un hospital de Brooklyn. La mujer no hablaba inglés y la colocaron en una unidad designada para pacientes que no tenían COVID-19. Días después, un médico vio que tenía tos y fiebre y necesitaba tratamiento para el virus. «Buena suerte. Habla húngaro,” les dijo a los empleados de la unidad COVID-19. La mujer murió la noche siguiente [7].

Un médico residente que trató a la misma mujer húngara también habló con ProPublica. Creía que la mujer habría recibido una mejor atención si hubiera hablado en inglés. Según el residente, nadie en la sala de emergencias quería trabajar con un intérprete para comunicarse con la mujer y recopilar su historial médico. En cambio, el residente médico marcó un servicio de intérprete por teléfono y colocó el teléfono en el hombro de la mujer húngara, lo que planteó sus propios problemas de comprensión, considerando la máscara N95 que el residente médico usaba sobre la boca y un casco que se cubría los oídos. Durante varios minutos, el médico residente gritó en el teléfono que el paciente necesitaba un hablante del húngaro. «Se necesitan 10 minutos de estar sentado al teléfono para conseguir un intérprete, y ese es un tiempo valioso cuando estás inundado,” le dijo el residente a ProPublica. “Así que este cálculo utilitario entra en acción. Y los pacientes que son de la cultura mayoritaria reciben la mejor atención” [8].

10 formas de controlar los síntomas del COVID-19 en casa. | Gráfico cortesía de CDC.gov

Los servicios de interpretación, tanto en persona como por teléfono, ya eran limitados en los hospitales antes de la pandemia debido a las limitaciones de costo y tiempo. El sobrellenado de hospitales con pacientes COVID-19 y la reducción de intérpretes profesionales en persona solo amplificaron esta falta de acceso [9].

El mes pasado, el Programa Nacional de Ley de Salud junto con la Oficina de Derechos Civiles (OCR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional presentaron una demanda de derechos civiles sobre la prestación discriminatoria de servicios COVID-19 a personas LEP. El Programa Nacional de Ley de Salud recopiló información de más de 35 organizaciones e individuos en los EE. UU. que los llevó a pedir una acción inmediata sobre este problema a nivel nacional. La demanda describe una serie de medidas que las agencias podrían tomar para abordar las barreras de acceso al idioma, incluido aconsejar a los hospitales y consultorios médicos que no utilizaran software de traducción automática y que priorizaran el uso de la interpretación en persona [10].

“Todos en este país tienen derecho a un acceso significativo a la atención médica en un idioma que comprendan, ya sea que hablen árabe en Michigan o coreano en Georgia,” dijo la abogada principal Priscilla Huang en la demanda. “Nuestra queja describe numerosas situaciones en las que los funcionarios de salud no brindaron los servicios necesarios. Incluso en un lugar tan diverso como la ciudad y el condado de Los Ángeles, gran parte de la asistencia de COVID solo se ha proporcionado en inglés o, cuando se ha proporcionado en otros idiomas, se ha traducido mediante aplicaciones de traducción automática. Estos traductores automáticos son notoriamente inexactos, y esto es especialmente cierto cuando se traduce la información médica y técnica. Los funcionarios incluso utilizaron estas aplicaciones para traducir información al español, a pesar de la amplia evidencia al comienzo de la pandemia de que las comunidades latinas estaban siendo afectadas de manera desproporcionada” [11].

Para los pacientes LEP, el acceso a la información médica en su idioma podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. Las barreras idiomáticas entre los pacientes LEP y los profesionales de salud han demostrado tener un impacto directo en la calidad de su tratamiento, como se vio anteriormente con la mujer húngara que no recibió la atención adecuada debido a la mala calidad de los servicios de traducción. Se ha demostrado que los pacientes LEP que tienen acceso a atención concordante con el idioma a través de servicios lingüísticos adecuados, como intérpretes profesionales capacitados, tienen mejores resultados clínicos que aquellos sin acceso [12].

Vallas publicitarias en español de los CDC en Union Station, Washington, DC. Foto de Elvert Barnes. | Foto cortesía de Flickr

Los expertos argumentan que el acceso reducido a los servicios de idiomas en el sistema de salud pública podría resolverse aumentando el número de médicos que hablan otros idiomas además del inglés. Esto crearía una manera más eficiente y oportuna en la que los pacientes podrían comunicarse y ser tratados. Los cursos del español para los profesionales de la salud están disponibles en más del 50% de las facultades de medicina en los EE. UU., pero pocas escuelas requieren pruebas o evaluaciones estandarizadas de las habilidades de español aprendidas. Las investigaciones muestran que, si bien los estudiantes de medicina con conocimientos de español pueden sentirse inhibidos de interpretar dependiendo de sus niveles de habilidad en español, rara vez se niegan a interpretar cuando atienden a pacientes LEP [13].

“En la clínica gratuita, tuve la oportunidad de interpretar a una mujer mexicana que sufría convulsiones. Interpreté tanto para el estudiante de medicina como para el asistente cuidándola. No hubo problemas con la interpretación y todos, tanto los proveedores de atención médica como la paciente, estaban agradecidos de tener a alguien con quien comunicarse,” dijo un estudiante de medicina senior. “Interpreto todo el tiempo para mis pacientes porque quiero que se les respondan todas sus preguntas. Creo que es fundamental poder ser bilingüe en algún otro idioma debido a la diversidad de la población de pacientes. Esto ayuda a aliviar algunas de las barreras de la medicina” [14].

Si bien la demanda de Derechos Civiles del Programa de Ley Nacional de Salud aborda las fallas de las agencias federales, estatales y locales para brindar a las personas LEP un acceso de calidad a los servicios de COVID-19, según los expertos, en el centro de la equidad en la salud para las minorías lingüísticas está el acceso al idioma. Esto se puede solucionar proporcionando a los médicos una educación médica en español de alta calidad [15].

La pandemia de COVID-19 ha demostrado que la falta de concordancia lingüística para las personas LEP y los pacientes de habla hispana en los EE. UU. podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. Atender al acceso limitado al idioma es solo una forma de remediar las disparidades raciales en el sistema de salud de los EE. UU. que impiden que las poblaciones minoritarias en los EE. UU. reciban la atención médica adecuada [16].

(*) Sobre la autora: Estudiante en St. Mary’s University.


Bibliografía
  1. Aguilera, J. (2020, April 15). Coronavirus patients who don’t speak English could end up ‘Unable to communicate in their last moments of life.’ Time. https://time.com/5816932/coronavirus-medical-interpreters/ 
  2. Ramon Tallaj, M.D. – Chairman of the Board. (n.d.). SOMOS. https://somoscommunitycare.org/who-we-are/ramon-tallaj/ 
  3. Despres, C. (2021, April 20). Update: Coronavirus case rates and death rates for Latinos in the United States. Salud America. https://salud-america.org/coronavirus-case-rates-and-death-rates-for-latinos-in-the-united-states/ 
  4. (2020, December 10).COVID-19 racial and ethnic health disparities. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/health-equity/racial-ethnic-disparities/increased-risk-illness.html 
  5. Ortega, P., Shin, T. M., Pérez-Cordón, C., & Martínez, G. A. (2020). Virtual medical Spanish education at the corazón of Hispanic/Latinx health During COVID-19. Medical Science Educator, 30(4), 1661–1666. https://doi.org/10.1007/s40670-020-01058-0 
  6. Aguilera, J. (2020, April 15). Coronavirus patients who don’t speak English could end up ‘Unable to communicate in their last moments of life.’ Time. https://time.com/5816932/coronavirus-medical-interpreters/ 
  7. Kaplan, J. (2020, March 31). Hospitals have left many COVID-19 patients who don’t speak English alone, confused and without proper care. ProPublica. https://www.propublica.org/article/hospitals-have-left-many-covid19-patients-who-dont-speak-english-alone-confused-and-without-proper-care?token=jg6nGk6aRoymOqJmDTSthj1PIBKaGEW9 
  8. Kaplan, J. (2020, March 31). Hospitals have left many COVID-19 patients who don’t speak English alone, confused and without proper care. ProPublica. https://www.propublica.org/article/hospitals-have-left-many-covid19-patients-who-dont-speak-english-alone-confused-and-without-proper-care?token=jg6nGk6aRoymOqJmDTSthj1PIBKaGEW9 
  9. Ortega, P., Shin, T. M., Pérez-Cordón, C., & Martínez, G. A. (2020). Virtual medical Spanish education at the corazón of Hispanic/Latinx health During COVID-19. Medical Science Educator, 30(4), 1661–1666. https://doi.org/10.1007/s40670-020-01058-0 
  10. National Health Law Program. (2021, April 30). Civil rights complaint filed over discriminatory provision of COVID-19 services to persons with limited English proficiency. https://healthlaw.org/news/civil-rights-complaint-filed-over-discriminatory-provision-of-covid-19-services-to-persons-with-limited-english-proficiency/ 
  11. National Health Law Program. (2021, April 30). Civil rights complaint filed over discriminatory provision of COVID-19 services to persons with limited English proficiency. https://healthlaw.org/news/civil-rights-complaint-filed-over-discriminatory-provision-of-covid-19-services-to-persons-with-limited-english-proficiency/ 
  12. Vela, M. B., Fritz, C., Press, V. G., & Girotti, J. (2016). Medical students’ experiences and perspectives on interpreting for LEP patients at two US medical schools. Journal of Racial and Ethnic Health Disparities, 3, 245–249. https://doi.org/10.1007/s40615-015-0134-7 
  13. Diamond, L., Izquierdo, K., Canfield, D., Matsoukas, K., & Gany, F. (2019). A systematic review of the impact of patient–physician non-English language concordance on quality of care and outcomes. Journal of General Internal Medicine, 34, 1591–1606. https://doi.org/10.1007/s11606-019-04847-5 
  14. Diamond, L., Izquierdo, K., Canfield, D., Matsoukas, K., & Gany, F. (2019). A systematic review of the impact of patient–physician non-English language concordance on quality of care and outcomes. Journal of General Internal Medicine, 34, 1591–1606. https://doi.org/10.1007/s11606-019-04847-5 
  15. Ortega, P., Shin, T. M., Pérez-Cordón, C., & Martínez, G. A. (2020). Virtual medical Spanish education at the corazón of Hispanic/Latinx health During COVID-19. Medical Science Educator, 30(4), 1661–1666. https://doi.org/10.1007/s40670-020-01058-0 
  16. Ortega, P. (2018). Spanish language concordance in U.S. medical care: A multifaceted challenge and call to action. Academic Medicine, 93(9), 1276–1280. https://doi.org/10.1097/ACM.0000000000002307

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