Escrito por Rossana Natteri[1]
Tradicionalmente, los proyectos inmobiliarios de gran escala eran financiados por inversionistas con gran poder adquisitivo o institucionales, difícilmente inversionistas pequeños podían acceder a este nivel de inversiones pues la suma mínima de aporte (“ticket”) era sumamente alta. Hoy por hoy, el desarrollo de la tecnología y la transformación digital ha permitido la creación de instrumentos de inversión alternativos a los tradicionales que permiten acceso a todo tipo de inversionista, inclusive al más pequeño.
Sin duda, las nuevas tecnologías que han venido para quedarse y están cobrando una gran relevancia en las transacciones comerciales en los distintos mercados. Así, surge el crowdfunding como una forma de financiamiento colectivo de diversos proyectos a través de plataformas digitales. Es un mecanismo mediante el cual una persona realiza un aporte (sea grande o pequeño), a través de una plataforma digital, para contribuir al financiamiento para el desarrollo de un proyecto inmobiliario.
De este modo, este instrumento de inversión nace como respuesta a la necesidad de permitir que pequeños inversionistas sean parte, a través de sus aportes, del desarrollo de grandes proyectos inmobiliarios. La evolución del mercado inmobiliario ha permitido el surgimiento de mecanismos innovadores que buscan obtener liquidez para desarrollar proyectos (perspectiva del emprendedor) así como para obtener rentabilidad a menor riesgo y diversificable (perspectiva del inversionista).
Si bien este instrumento de inversión es ampliamente conocido a nivel mundial por haber experimentado un gran crecimiento en los últimos años, en el Perú aún se trata de un mecanismo de inversión no muy difundido, pero con mucho potencial. Así, a propósito de la Resolución de Superintendencia N° 045-2021-SMV emitida por la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV) mediante la cual se aprueba el Reglamento de la Actividad de Financiamiento Participativo Financiero y sus Sociedades Administradoras (Corwfunding) se espera que este marco regulatorio siente las bases y la confianza para fomentar la utilización de este mecanismo de inversión y captación de capital.
Este instrumento financiero participativo, desde la perspectiva del inversionista tiene una serie de ventajas como:
- Democratización: Permite el acceso a todo tipo de inversionistas (grandes o pequeños) pues no existen barreras de entrada.
- Generación de riqueza complementaria: Permite buscar las mejores oportunidades de inversión al alcance de todo tipo de inversionista convirtiéndose en un mecanismo de generación de ingresos alternativos y de ahorros a largo plazo.
- Diversificación: Se puede diversificar el riesgo dado que se puede invertir en uno o en varios proyectos inmobiliarios, más aún si consideramos que no existe capital mínimo para invertir. Además, permite tener acceso a una amplia cartera de proyectos inmobiliarios.
- Seguridad: Estas plataformas se encuentran gestionadas por una sociedad administradora, quien a su vez se encuentra regulada por la autoridad correspondiente, que en el caso del Perú es la Superintendencia de Mercado de Valores.
Desde la perspectiva del promotor se trata de una alternativa al financiamiento bancario o institucional por ser más dinámica y menos costosa y de un instrumento para posicionar el proyecto inmobiliario o la propia marca del promotor pues al ser una plataforma que atrae a todo inversionista (grande o pequeño) tiene un mayor alcance o impacto, en términos de publicidad o marketing que los mecanismos tradicionales.
De este modo, es claro que mecanismos como el crowfunding buscan equilibrar el mercado inmobiliario y generar y acercar más oportunidades de inversión. A mayor interés de las personas en acceder a las oportunidades de inversión, mayor interés tendrán en conocer el desarrollo del mercado inmobiliario, lo que como consecuencia lógica generará una cultura inmobiliaria importante en las personas de a pie que contribuirá con el dinamismo del mercado inmobiliario.
[1] Socia del Área Inmobiliaria del Estudio Olaechea.
