Las buenas y malas ideas: ¿las personas saben discriminarlas?
Análisis del argumento del profesor Bullard sobre la inscripción del Movadef
En su post titulado la verdad y la mentira[1], el brillante e influyente profesor Alfredo Bullard defiende la inscripción del Movadef como partido político. Entre los argumentos que utiliza – yo creo que el principal – es que el Movadef sería derrotado en las elecciones en caso postulasen. Él afirma que, en el debate de las ideas, las personas sabrán elegir entre las buenas y las malas ideas. En sus propias palabras, el profesor Bullard señala lo siguiente:
“Quisiera ver cómo sus ideas equivocadas pueden ser ridiculizadas cuando se enfrentan a la verdad. Finalmente, dónde se ha visto que en un enfrentamiento frontal entre la verdad y la mentira la última salga victoriosa”.
(el resaltado es nuestro)
En el siguiente gráfico quiero reconstruir lo que creo es la estructura argumentativa de la posición del profesor Bullard, a efectos de que se pueda visualizar cuáles son las asunciones que están detrás de su argumentación.
Gráfico N° 1
Estructura de razonamiento sobre la inscripción del Movadef
Creo que en el argumento del profesor profesor Bullard hay dos premisas que lo sustentan:
(i) Una de corte fáctico que consiste en lo siguiente: “todas o la gran mayoría de las personas sabrán diferenciar y elegir entre un buen y mal argumento”. Como ya mencioné, esta es una afirmación empírica y, por tanto, se podría buscar evidencia que permita saber qué tan cierta o no es la afirmación del profesor Bullard.
(ii) La segunda, de corte más moral, sería un argumento consecuencialista, que consistiría en que debido a que como todos o la mayoría elegiría los buenos argumentos frente a los malos, entonces deberíamos permitir que, en el debate público, se pueda formular cualquier argumento. ¿Qué sucede si eso no es verdad? Si los que triunfan no son los buenos argumentos frente a los malos, entonces ¿se prohibiría que se pueda plantear cualquier idea en el debate público? Yo creo que esa posición sería inaceptable para el profesor Bullard por ser un reconocido liberal no sólo en lo económico, sino sobre todo en lo político. El problema está en que el argumento consecuencialista depende de los hechos y puede ser que la realidad nos demuestre que lo pensábamos es equivocado. Por ese motivo, no creo que una buena estrategia argumentativa, o la principal, para defender derechos deba depender sólo de argumentos consecuencialistas. Tienen que plantearse argumentos morales que permita justificar por qué es correcto proteger esos derechos.
En este post, me quiero concentrar en la premisa general fáctica del profesor Bullard. De acuerdo a la posición del profesor Bullard, las personas elegirán los buenos argumentos frente a los malos. No es necesario que “todas” las personas elijan bien, sino que sería suficiente que la mayoría lo haga así. Si las mayorías eligen bien, entonces no habría problemas para el sistema, porque siempre triunfarían las buenas ideas (esto, obviamente, dentro de un sistema de votación donde el resultado lo determina la mayoría de votos). Pero, ¿esta premisa es cierta? ¿las mayorías eligen bien? ¿qué dice la historia?
La historia nos muestra casos donde las mayorías han apoyado y elegido a partidos o líderes que apoyaban ideas totalitarias o descaminadas tanto en lo político como en lo social. Y ello es aplicable no sólo en el Perú, sino también en otras latitudes y en otros tiempos. Ejemplos hay, que es sino la Alemania Nazi, el FascismoItaliano, la Venezuela de Chávez y, en nuestro caso, a pesar de que Fujimori ya había dado un golpe de estado, fue reelegido en el 95 y obtuvo un gran respaldo popular en el 2000. En las elecciones del año 85, la población apoyo muchas de las ideas de Alan García frente a las de Bedoya.
Esto nos muestra que, en muchas ocasiones, la mayoría de la población no elige al representante de las buenas ideas frente a las malas, motivo por el cual el argumento del profesor Bullard sería falso si es que lo utiliza para sustentar su tesis de que el Movadef debe ser inscrito como partido político.
Ahora bien, lo anterior no significa que prohibamos que el Movadef pueda discutir sus ideas en público. El hecho de que las mayorías no elijan adecuadamente, no debe implicar que se censuren o persigan ideas. Desde mi punto de vista, tan errado es censurar y perseguir ideas como tener una fe ciega en que el debate público, por sí mismo, hará que las personas elijan a las buenas ideas frente a las malas.
En realidad, lo que deberíamos hacer como sociedad es investigar cuáles son las condiciones que determinan que las personas tomen decisiones reflexivas y, de esa manera, puedan elegir adecuadamente. En su libro Thinking, fast and slow, Daniel Kahneman nos da pistas sobre ello. También se pueden revisar las investigaciones empíricas sobre la democracia deliberativa, tales como los estudios de Cass Sunstein y sus colaboradores. Estas investigaciones nos permitirían saber cómo las personas toman decisiones, en qué casos deciden reflexivamente y en qué otros influyen sus emociones, prejuicios o sesgos. Con esa información, se podría crear el marco institucional necesario para que la gente pueda discriminar las buenas ideas de las malas y, de ese modo, se haga realidad lo que dice el profesor Bullard: que las mayorías elijan las buenas ideas frente a las malas.
Un breve apunte respecto de si la inscripción del Movadef se podría justificar en el derecho a la libertad de pensamiento y expresión.
Yo creo que el trasfondo de la argumentación del profesor Bullard es que negarle la inscripción al Movadef vulneraría la libertad de pensamiento y expresión de sus integrantes. En el Gráfico N° 2 refleja la estructura argumentativa de esta posición.
Gráfico N° 2
La libertad de pensamiento y expresión de ideas forma parte de la autonomía de cada persona. Cada uno puede pensar y decir lo que desee, mientras no afecte el derecho de otra persona. Cada persona debe ser libre de pensar, reflexionar y discutir sus ideas y plantearlas ante el resto de personas en la sociedad. Puede plantear su deseo a que nos vayamos hacia un Estado donde sea sólo un grupo social el líder o una élite sea la que decida bajo qué modelo de sociedad viviremos.
En caso se le permite formar un partido político, inscribirlo y participar en una campaña electoral, este grupo de personas ya no está sólo difundiendo o comunicando ideas, sino que quiere actuar sobre la realidad para plasmar sus ideales. Si se les permite postular, se estaría aceptando que esas personas puedan llevar a la práctica sus ideales.
El Derecho a la Libertad de Expresión, desde mi punto de vista, sólo protege la posibilidad de plantear y discutir ideas, mas no puede garantizarme la posibilidad de llevarlas a la práctica. Para ello, el Régimen Democrático y de protección de Derechos determinará qué conductas se encontrarán protegidas y cuáles prohibidas. Y, creo, uno de esos límites está en que nadie puede plantear acceder al poder para acabar con el régimen democrático o eliminar los derechos individuales para hacerlos depender de la voluntad del líder o del partido. Ya no estamos hablando de ideas, sino de la acción práctica de ideas sobre los derechos de las personas o sobre el funcionamiento de nuestras instituciones. Si se impide la inscripción de un Partido Político no se le está diciendo que no puede pensar algo, sino que no puede llevar a la acción sus ideas vía un proceso electoral.
Gráfico N° 3
Ciertamente, se podría replicar por qué una mayoría no podría cambiar nuestro régimen político y de Derechos. Sin entrar a la discusión filosofía política y moral sobre este punto, si se permite una votación de ese tipo, en realidad lo que se discute ya no qué gobierno queremos tener dentro del sistema democrático, sino si cambiamos nuestro régimen político y qué derechos tendremos como personas. Por ello, dejar participar al Movadef en una elección política – mientras no cambien sus ideales – implicaría no sólo la elección de un nuevo Gobierno, sino poner en cuestión bajo qué régimen político queremos vivir y qué derechos queremos tener.
[1] Este es el link del post del profesor Bullard:http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/prohibido-prohibir/posts/la-verdad-y-la-mentira donde los lectores pueden evaluar si es que estoy haciendo una correcta evaluación del argumento del profesor Bullard.