Según Heuer, “la gente tiende a pensar en la percepción como un proceso pasivo. Que vemos, oímos, olemos, saboreamos o sentimos los estímulos que inciden en nuestros sentidos. Pensamos que si somos objetivos, registramos lo que realmente está allí. Sin embargo, se ha demostrado que la percepción es más un proceso activo que uno pasivo; es construido, antes que sólo un registro de la realidad. La percepción implica comprensión y conciencia. Se trata de un proceso de inferencia en el que las personas construyen su propia versión de la realidad sobre la base de la información proporcionada a través de los cinco sentidos”[1].
A continuación les mostraré una serie de dibujos que utiliza Heuer donde pretende demostrar lo antes dicho. Las respuestas no son tan obvias, salvo creo yo para aquellas personas que tienen una gran capacidad de observación y control sobre sus esquemas mentales.
En la figura 1, ¿qué ve usted? Hay algo que se repita en todos los triángulos.
Ahora mire con cuidado la figura 2, ¿qué ve usted? Tiene que ver dos objetos y un cambio. La idea es que cada uno de nosotros sin que nadie nos diga podamos observar esas figuras y el proceso.
En este dibujo que me parece más complicado, usted puede ver a la mujer joven y a la mujer vieja. Usted ya sabe que hay una mujer joven y una mujer mayor, pero las ve realmente (la mayoría de las personas sólo ve a una de ellas. Es muy raro que, sin ayuda, se pueda ver a las dos) y, luego, ¿cuáles son los elementos que la llevan a identificar a la mujer vieja y a la mujer joven?
Ahora bien, usted se preguntará que si bien resultan interesantes estos ejemplos, ¿por qué son importantes para un abogado y, en específico, para alguien que se quiere dedicar al análisis de los hechos?
Porque estos ejemplos nos demuestran, tal como en otros post ya he mencionado, en la probanza y la inferencia sobre hechos ser tiene que ser consciente que nuestros sentidos y esquemas mentales pueden hacer que nosotros veamos lo que queremos ver o infiramos lo que queremos inferir. Incluso, a pesar de que nos digan que estamos viendo la realidad de manera parcial, distorsionada o se nos ha pasado algo, nosotros nos negamos ante esa situación. Siguiendo a Heuer, estos son algunos de los problemas que rodean nuestro proceso de asimilación de percepción e información del mundo:
(i) Nosotros tendemos a percibir lo que queremos percibir;
(ii) Nuestros esquemas mentales tiende a ser rápidos para formar impresiones, pero son resistentes al cambio.;
(iii) La nueva información tiende a ser asimilada a nuestra percepción inicial.
(iv) La exposición inicial a estímulos borrosos o ambiguos tiende a interferir con una más aguda percepción incluso después de que una mejor información se ha vuelto disponible[2].
La agregación de data contradictoria termina siendo obviada o tratada de ser explicada en función a nuestra impresión inicial: No nos planteamos que nuestra impresión inicial pueda estar equivocada. Para lograr ello, es necesario que la nueva información sea tan contradictoria e importante que recién ahí podemos empezar a cuestionarnos nuestra primera impresión.
Y si lo anterior es cierto, entonces ¿cómo hacemos para evitar caer en esas trampas?[3]
(i) Construir un mecanismo que permita delinear las asunciones y las cadenas de inferencia sobre los hechos y, además, las fuentes que sustentan nuestra información y el grado de incertidumbre que rodea nuestras hipótesis;
(ii) Desarrollar un mecanismo que periódicamente reexamine los problemas claves del razonamiento para evitar cometer que los errores se incrementen;
(iii) Crear algún procedimiento que permita tener puntos de vistas alternativos y diferentes
(iv) Ser conscientes de las limitaciones y errores que tenemos las personas al analizar los hechos, motivo por el cual resultaría importante desarrollar criterios o estándar que nos guíen cuando aceptaremos como verdadera una determinada hipótesis.
Ahora dónde podemos encontrar la teoría, mecanismos y herramientas que nos permitan mejorar nuestro razonamiento. Nuevamente, creo que la teoría de la evidencia, argumentación y los desarrollos en la ciencia cognitiva y sicología podrían ser de mucha utilidad en esa labor. En mi libro “Litigación, ArgumentaciónyTeoríadel Caso” desarrollo algunas de los métodos y herramientas que, creo, les serviría a los abogados para un análisis más racional de los hechos de un caso y, de ese modo, la defensa o solución de un caso sea persuasivamente lógica.
Si quieren ver más ejemplos sobre percepciones se puede ver el siguiente link:
Ver también la interesante columna de Richard Webb en El Comercio del día 16 de enero de 2012, cuyo link se adjunta:
http://www.institutodelperu.org.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=1816&Itemid=130
[1] HEUER, Richard. Jr. Psychology of Intelligence Analysis. Central Intelligence Agency, 1999, pp. 7 y ss.