Las relaciones sexuales entre humanos y animales han existido desde los albores de la humanidad en todos los lugares y culturas del mundo, lo cual se refleja en la gran cantidad de folklore, pinturas rupestres, esculturas, películas y obras literarias que recogen este tema (Blevins, 2009; Miletski, 2002). Estas prácticas sexuales han sido mayormente condenadas transculturalmente con diversos castigos, torturas o, incluso, la pena de muerte. Sin embargo, los humanos no dejaron de persistir en las conductas y preocupaciones sobre el tema (Miletski, 2005a). [1]
A pesar de los descrito, no podemos dejar de reconocer que desde hace un buen tiempo la simpatía, afecto, cuidado y tenencia con los animales de compañía viene creciendo debido a los beneficios que significa tener uno de ellos. Esta relación de afecto, respeto, y consideración que se mantiene con los animales de compañía ha generado que muchos de sus cuidadores se preocupen más por estos (reconozcan los deberes y obligaciones que tienen para con ellos) así como aprender a qué hacer frente a actos de maltrato, crueldad o muerte del animal con el fin de defenderlos o protegerlos. Sin embargo, a pesar de lo descrito, también es cierto que siguen presentándose casos en que las personas los maltratan, descuidan, abusan, los abandonan y explotan, y sobre todo se aprovechan de su tamaño, fuerza, indefensión y vulnerabilidad para practicarles el acto sexual, ya sea amarrándolos o sujetándolos con una soga especial mientras el can se encuentra indefenso y sometido a lo que haga el ser humano.
Cuando una persona realiza el acto sexual con un animal está cometiendo abuso sexual de animales conocida también como zoofilia. “Sinónimo de zoofilia es el bestialismo, la zoolagnía o zoosexualidad”. [2] La palabra «bestialidad» deriva del latín bestialitas y remite a las relaciones sexuales entre humanos y animales. «Zoofilia» proviene del griego zoion (animal) y phi-los (amor), y se emplea para connotar la preferencia de animales como parejas sexuales (Beetz, 2004). Así, la bestialidad no excluye a la zoofilia, pero esta implica, además de la conducta sexual, una elección de objeto amoroso o sexual animal (Miletski, 2001, 2002). [3]
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, se entiende por zoofilia, al amor a los animales, relación sexual de personas con animales. [4 ]. Se puede entender por zoofilia o bestialismo como aquella desviación sexual que presentan algunas personas respecto a sus preferencias sexuales, se trata de una anómala preferencia sexual en la que el animal es parte fundamental de las fantasías sexuales o de la conducta sexual. Consiste en realizar el coito entre un ser humano y un animal. “El tener relaciones sexuales con un animal siempre es por coerción, ya que no existe la voluntad o consentimiento de la víctima. En la mayoría de los casos, estos son dañados o hasta se les causa la muerte”. [5]
Por alguna razón (que no es materia de análisis) o sinrazón, determinadas personas realizan estos actos contra los canes u contra otro animal. Realizar el acto sexual a un animal significa causarles daño, dolor, temor o alguna lesión grave constituyendo, qué duda cabe, un acto de crueldad animal ya que el animal es sometido a la fuerza, sufre, siente dolor, puede sufrir algún desgarro o hasta puede provocar la muerte del animal. En el Perú la zoofilia, el bestialismo o el abuso sexual animal no se encuentra tipificado como delito, por lo que muchas denuncias por dicho delito quedaban impunes. Sin embargo, dichos actos perfectamente encuadran dentro del tipo penal del delito de abandono y actos de crueldad contra los animales tipificado en el artículo 206 apartado A del Código Penal. Por ello, resulta importante tener en cuenta la sentencia dictada por el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de la Libertad que frente a un caso de abuso sexual animal sentencia al
abusador como autor del delito de crueldad animal. Los hechos que dieron lugar a esta sentencia son:
El día 29 de junio del año 2018 aproximadamente a las 3:30 de la tarde la Policía se constituyó a un inmueble (específicamente un corral) ubicado en Trujillo en la que un sujeto estaba teniendo relaciones coitales con un can. Este hecho fue visto por la hermana del abusador quien avisó a su vecino de lo que estaba sucediendo. El vecino para cerciorarse de los hechos subió al tercer piso de su casa y comprobó lo que sucedía, procediendo a llamar la Policía. El vecino observó que su vecino estaba con el pantalón abajo y le había penetrado su órgano copulador al can, el perro se estaba quejando, el acto duró aproximadamente como diez minutos no pudiendo el can escapar de dicha situación. Posteriormente llevaron al can a la veterinaria y certificaron que el perro había sido violado. El acusado reconoció ser el autor de dicho delito y aceptó los cargos, solicitando la conclusión anticipada del proceso, renunciando a la actuación de pruebas y del derecho al juicio oral. En conclusión se aprobó el acuerdo de conclusión anticipada de juzgamiento por las partes y se le condenó como autor del delito de abandono y actos de crueldad contra animales domésticos y silvestres en agravio de la Asociación protectora de animales de Trujillo, imponiéndosele diez meses y ochos días de pena privativa de la libertad suspendida en su ejecución por el plazo de un año bajo determinadas reglas de conducta y debiendo cumplir con el pago de 500.00 soles por concepto de reparación civil, imponiéndosele una multa de 775.00 soles e inhabilitándose de por vida para la tenencia de animales. Sentencias como éstas nos devuelven la esperanza en que se aplique la norma jurídica como debe ser y, que de alguna manera esos actos de crueldad animal no queden impunes debido muchas veces por la pasividad, ignorancia y desconocimiento de algunos jueces.
Referencias:
[1] Ferrari, M., Revollo, A., Cuellar, J., Manzanelli, F., Valdi, A. L., Reyes Plazaola, P., & Díaz Videla, M. (2020).Trastornos de atracción sexual hacia animales: Clasificación diagnóstica basada en una revisión
sistemática. Revista De Psicopatología Y Psicología Clínica, 25(2), 131–143 [2] https://psiquiatria.com/glosario/zoofilia [ 3] Ferrari, M., Revollo, A., Cuellar, J., Manzanelli, F., Valdi, A. L., Reyes Plazaola, P., & Díaz Videla, M. (2020).
Trastornos de atracción sexual hacia animales: Clasificación diagnóstica basada en una revisión
sistemática. Revista De Psicopatología Y Psicología Clínica, 25(2), 131–143. [4] https://dle.rae.es/zoofilia#GSvYM0U [5] Serra, Juan. «El abuso sexual de animales en Argentina». DA. Derecho Animal. Forum of Animal Law
Studies, 2013, Vol. 4, n.º 3, pp. 1-5, https://raco.cat/index.php/da/article/view/349559.