Frente a los numerosos problemas que atraviesa nuestro Poder Judicial, en los últimos años el arbitraje ha venido creciendo a gran escala. Cada vez es mucho más usual encontrar en un contrato una cláusula referida al establecimiento de un “convenio arbitral” ante una eventual discordia de las partes suscribientes. Desde el momento en que estas pactan en un contrato que cualquier controversia derivada del mismo deberá dilucidarse en sede arbitral podemos apreciar que son ellas mismas las que consideran que el arbitraje se configura como un mecanismo mucho más atractivo y, quizás, con mayores ventajas respecto del proceso judicial, como, por ejemplo, la solución eficaz, la flexibilidad del arbitraje, la neutralidad y la confidencialidad.
Ahora bien, ¿qué tan distintos son los procesos arbítrales de los judiciales? Debemos tener en cuenta que en el proceso arbitral se debe respetar ciertos principios que son fundamentales para el desarrollo del proceso en atención a los derechos constitucionales de las partes. En ese sentido, los árbitros deben buscar la celeridad y la eficacia del proceso arbitral, pero respetando el derecho al debido proceso arbitral, que tiene como bases los principios de audiencia, de contradicción e igualdad de las partes.
En esta oportunidad, los invitamos a revisar dos artículos de nuestra colección. Por un lado, uno sobre la relación que existe entre el arbitraje y el Poder Judicial, ya que el primero, debido a su carácter privado, con las ventajas y limitaciones que esto conlleva, requiere de la intervención judicial. Por ello, no basta con agilizar las normas de los procedimientos arbitrales, sino que es imprescindible que se difunda en el Poder Judicial, cuáles deben ser los límites de su intervención, reconociendo que un proceso arbitral tiene su propia lógica y principios que lo regulan.
Por otro lado, un segundo artículo que nos permitirá dilucidar si el derecho al debido proceso arbitral tiene consideraciones distintas al debido proceso en vía judicial, y si efectivamente existe alguna distinción entre ellos, porque, de no existir tal diferencia, entonces se podría estar desnaturalizando la misma finalidad del arbitraje, el cual, en principio, obedece a unas normas establecidas por las propias partes y no a imposiciones establecidas por la ley.
Referencias Bibliográficas
ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. Apuntes sobre la relación entre el arbitraje y el Poder Judicial en la nueva Ley de Arbitraje. En: IUS ET VERITAS No. 38. Lima: Asociación Civil IUS ET VERITAS, Julio 2009.
SANTISTEVAN DE NORIEGA, Jorge. Arbitraje y proceso civil, ¿vecinos distantes?: el debido proceso en sede arbitral. En: IUS ET VERITAS. No. 37. Lima: Asociación Civil IUS ET VERITAS, Diciembre de 2008.
