Sobreviviente del caso Manta y Vilca entregó anteproyecto de ley a la congresista del Frente Amplio, Tania Pariona para que reconozca derecho a reparaciones de otras formas de violencia sexual durante conflicto armado. A la fecha, el Plan Integral de Reparaciones (PIR), sólo reconoce como beneficiarias a las víctimas de violencia sexual. La aprobación de esta ley modificaría este inciso, con el fin de que otras miles de mujeres sean debidamente reparadas.
Este reclamo es para que las reparaciones sean para todas, no quiero que ninguna mujer sufra lo que yo sufrí. Por eso estoy acá, para que todas puedan recibir justicia y reparación a su dolor, al igual que estoy peleando con mi caso después de más de 30 años, declaró la sobreviviente M.E, quien estuvo acompañada por las abogadas de DEMUS, que patrocinan su caso.
Las otras formas lacerantes de violencia sexual, tales como esclavitud sexual, prostitución forzada, torturas en órganos genitales, unión, embarazos y abortos forzados, en la guerra interna fueron parte una política de represión terrorista y estatal. Estas torturas con mayor número de casos, se registraron en las regiones de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica, según el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
- La reparación en espera
Desde el 2009, organizaciones de afectados/as y el Centro de Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (DEMUS), vienen exigiendo que en el Pleno del Congreso se apruebe la ley que reconoce e incorpora en el Plan Integral de Reparaciones (PIR) a las otras formas de violencia sexual.
Ese mismo año, el comité de la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), le recomienda al Estado modificar su ficha de registro, para incorporar estas formas en el registro único de víctimas a nivel nacional. Es allí cuando el Consejo de Reparaciones, a través de sus comisionados, decide incorporar un rubro más para registrarlas. A raíz de esta decisión, el 2009 se inició el registro de estas víctimas. Gracias a ello podemos decir al día de hoy, existen 1524 víctimas registradas, 949 mujeres y 575 hombres.
- El gran pendiente
A pesar de ser registradas, no han sido incorporadas como beneficiarias en el Plan Integral de Reparaciones (PIR). Es decir, no pueden acceder a todos los 7 programas de reparaciones individuales, económicas, simbólicas, en salud, educación, etc.
En el año 2012, durante el gobierno de Ollanta Humala, llegó esta ley al Pleno del Congreso y fue aprobada por unanimidad. Al mes siguiente, cuando el Ejecutivo lo tenía que promulgar lo observó con dos argumentos cuestionables.
Asimismo, cuatro años después de observada la ley, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, donde regresó esta norma, la abordó y debatió por unanimidad el 19 de abril pasado.
Luego pasó nuevamente al Pleno del Congreso, entonces se esperó que al ser una ley que ha durado tanto tiempo en ser reconocida, se podía avanzar en su aprobación. Se esperó hasta el último día y no sucedió.
- Incidencia de la ley
En reunión. La congresista Tania Pariona, aseguró que en los próximos 30 días, su bancada junto a otras alianzas estratégicas, incidirán en la pronta aprobación del proyecto de ley.
Tenemos una deuda histórica con las miles de mujeres afectadas en conflicto armado. El rol del Estado es acompañar. Por ejemplo, el Centro de Emergencia Mujer, su función se limita solo a la violencia latente, y se olvidó de las víctimas de violencia sexual que también son importantes, sentenció, Tania Pariona, congresista por el Frente Amplio.
Justicia. Es importante que el Congreso entienda que hay un pendiente de tantos años con estas sobrevivientes, que está generando discriminación, al dejarlas de lado en esta política. Que tiene el fin de repararlas por la violencia que sufrieron y ayudarlas a superar todas estas secuelas que hasta hoy siguen viviendo.