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Escrito por Piero Alexis Malca Vilchez

Hace pocas horas el Barcelona F.C. hizo público un flamante fichaje. El futbolista brasileño de 25 años, Phillipe Coutinho, vestirá la camiseta del cuadro azulgrana durante las próximas 5 temporadas.

Tras varias negociaciones, el equipo catalán llegó a un generoso acuerdo con el Liverpool F.C., club del cual procede el jugador. Diversas fuentes señalan que en dicho acuerdo el precio pactado por los servicios del jugador ronda los 160 millones de euros. Sin embargo, el Barcelona solo abonará obligatoria e inmediatamente 120 millones por el concepto de “fijos”. La diferencia de 40 millones se encuentra sujeta a las famosas “variables”.

En el mundo de los traspasos deportivos es común colocar “variables” en los contratos por el rendimiento del jugador. Esta figura se explica de la siguiente manera: si el jugador vendido marca cierta cantidad goles con el club comprador, entonces se pagará un monto al club vendedor. De esta manera, el club que traspasa a un miembro de su plantel puede obtener un ingreso adicional, debido a que el futbolista y el club harán lo posible para que el primero rinda lo máximo posible y gane la mayor cantidad de encuentros. Desde un enfoque jurídico, podemos develar el concepto de “variables” a través de la teoría del negocio jurídico, específicamente, mediante la “condición”.

Esta es un evento futuro e incierto. Dependiendo de la verificación del evento, el acto jurídico producirá sus efectos o cesará los que estaba produciendo. La primera es conocida como condición suspensiva; la segunda, condición resolutoria. Asimismo, podemos categorizar las condiciones en tres: casual, potestativa y mixta. Para que se verifique una condición casual, el hecho que ha de ocurrir debe ser ajeno a la voluntad humana (que se derrumbe una edificación a causa de un terremoto es un ejemplo). En la segunda, debe existir una voluntad para que el evento suceda; por ejemplo, que un padre le ofrezca una casa en donación a su hijo si es que contrae matrimonio. Finalmente, la condición mixta depende tanto de la voluntad del hombre como de la casualidad.

Una vez explicado cómo funcionan las variables en el mercado de fichajes y el concepto de condición, aplicaremos lo expuesto en un caso igual de interesante: el traspaso de 150 millones realizado entre el Borussia Dortmund y el Barcelona por el francés Ousmane Dembelé. Una de las variables puestas en el contrato fue la siguiente: “Si el jugador llega a los 50 partidos oficiales con el Barcelona F.C, entonces la entidad deberá pagar 10 millones de euros al Borussia Dortmund”[1]. Para que el pago de los 10 millones se vuelva exigible, o, en otras palabras, eficaz, Dembelé deberá jugar 50 partidos. La variable mencionada es una condición suspensiva y mixta. En primer lugar, es condición debido a que se trata de un hecho futuro e incierto: no hay certeza de que esos 50 partidos se den. En segundo lugar, es suspensiva en tanto primero debe ocurrir el evento para que se vuelva exigible el pago. Finalmente, es mixta puesto que depende tanto de la voluntad de la dirección del club por mantener al jugador dentro del plantel, como de que este no sufra lesiones que le impidan participar en los encuentros.


[1] http://www.fcbarcelonanoticias.com/variables-en-el-traspaso-de-dembele-203905-2017-09.php

Imagen obtenida de: https://goo.gl/TFfMFm 

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