El portal jurídico de
IUS ET VERITAS

Adiós, “paisana Jacinta”: Poder Judicial ordena el término de su difusión, ¿qué derechos se vulneraban?

Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on whatsapp

Escrito por Anjana Meza, comisionada de Ius 360

El 18 de noviembre, el Poder Judicial ordenó al canal 2 (hoy Latina, antes Frecuencia Latina) que deje de transmitir el programa “La paisana Jacinta”. Este personaje, interpretado por Jorge Benavides, fue considerado como denigrante para la mujer cusqueña y la mujer andina, en general, ya que genera estereotipos que conllevan a la discriminación de la población campesina andina. Esta decisión fue posible gracias al proceso que se llevó a cabo en la provincia de Canchis, Cusco, donde varias mujeres realizaron un Proceso de Amparo, el cual fue declarado fundado por la Corte Superior de Justicia de Cusco.

¿Qué aspectos relevantes señala la sentencia?

En primer lugar, la sentencia señaló que la paisana Jacinta, cuya representación se encuentra en la serie, película y circo muestra a la mujer indígena como sucia, desalineada, vulgar, grosera, torpe, con escasa capacidad intelectual y que es maltratada por los citadinos dadas sus características. Aquella representación causa una caracterización negativa acerca de la mujer provinciana que llega a la capital, refuerza un prejuicio y estereotipo relativo a un grupo social que promueve la discriminación por origen étnico y cultural, al mismo tiempo que afecta la dignidad de la persona de origen andino.

Considerando ello, se declaró fundada la demanda interpuesta por las señoras Cecilia Paniura, Rosa Supho, Irene Quispe y Rosalinda Torres. De esa manera, se dispuso que los demandados, Jorge Benavides y la compañía “Frecuencia Latina”, dejaran de emitir contenido relacionado con aquel personaje, bajo aparcibimiento de imposición de multas acumulativas, tal como lo señala el art. 22 del Código Procesal Constitucional u otras medidas permitidas por ley.

En segundo lugar, recomendó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones; Ministerio de Cultura; Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; y al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos afianzar sus políticas para lograr que se respete la dignidad y otros derechos fundamentales vulnerados por la difusión del personaje de Jacinta.

En tercer lugar, exhortó a los funcionarios públicos y a los ciudadanos con acceso a medios de comunicación masivos no permitir el escarnio y refuerzo de dichos prejuicios, pues ellos también tienen la obligación de respetar la dignidad de las personas que se ve afectada por la difusión del personaje de Jacinta.

En cuarto lugar, la Corte Superior admite que la “paisana Jacinta” es un personaje ficticio. Sin embargo, señala que por más ficticio que sea el personaje, este denigra a la mujer andina y no debe ser tolerado bajo ningún motivo.

Según la Corte Superior de Justicia, ¿qué derechos se verían vulnerados por el personaje de la “paisana Jacinta”?

Para la Corte, se estarían vulnerando una serie de derechos de las mujeres andinas. Estos serían los siguientes: el respeto de su dignidad humana, el derecho a la igualdad y no discriminación, derecho al honor y la buena reputación y el derecho a la Identidad étnica y cultural.

¿Qué se vulnera?

Artículo de la Constitución

Dignidad humana Art. 1
D. a la Igualdad y no discriminación Art. 2.2
D. al Honor y Buena Reputación Art. 2.7
D. a la Identidad étnica y cultural Art. 2.19

 

¿Cómo nace el personaje de la “paisana Jacinta”? ¿De qué manera vulnera los derechos fundamentales?

Este personaje fue creado por Jorge Benavides, quien señaló que su inspiración para crear al personaje fue el conocer a una mujer “paisana” en Miraflores. A Benavides le atrajo su forma de caminar y su dentadura incompleta, las cuales utilizó para caracterizar a Jacinta. Este personaje es emitido desde hace años por la televisora Latina (canal 2) y aún sigue siendo transmitido, por este canal, en el programa El whatsapp de JB. Jacinta encarna a una mujer andina, proveniente de Puno, que emigra a Lima en busca de mejores oportunidades.

En cuanto a su forma de vestir, Jacinta utiliza una pollera y una manta de colores cruzada en el pecho, las cuales se vinculan con la identidad cultural de una mujer andina autóctona. En cuanto a la forma de hablar, el personaje de Jacinta hace alusión al motoseo, el cual, según Cerrón Palomino, es un estereotipo lingüístico que se vincula con los grupos sociales más excluidos de la sociedad[1]. Esta acción, de la manera en que es presentada a través del personaje de Jacinta, genera una burla respecto del dialecto que pudiera existir en la zona andina. En consecuencia, las personas que viven en aquellos lugares evitarán tener acciones que puedan generar el “motoseo”. Por ejemplo, evitarán enseñar y aprender quechua, cuya lengua, al no tener la cantidad de vocales ni sonidos comunes en el español, generan el dialecto propio del lugar[2].

La consecuencia a ello será la merma de la pluriculturalidad del Estado peruano, el cual, según el último párrafo del art. 17 de la Constitución, debe ser impulsada y protegida por el Estado. En este caso, al estar la vestimenta y el dialecto afectados y rediculizados, las personas ven afectado, primero, el respeto de su dignidad, ya que su manera de vestir y hablar son instrumentalizadas y burladas con la intención de divertir a la audiencia.

Segundo, esa representación del personaje de Jacinta promueve la discriminación y burla a personas, a quienes, por su manera de vestir o hablar, les atribuirán todas aquellas características negativas tales como la poca higiene o la escasa capacidad intelectual. Esto, por ende, no estaría en sintonía con el art. 2.2 de la Constitución. Tercero y vinculado con lo anterior, se afecta el honor y buena reputación de las personas de origen andino, dado que se les atribuye características negativas que no hacen más que reforzar los prejuicios y concepciones erróneas sobre ellas.

Cuarto, el personaje de la “paisana Jacinta” afecta el derecho a la identidad étnica y cultural, ya que promueve que prácticas que debieran ser respetadas y protegidas, tales como la vestimenta tradicional o lenguas oriundas, desaparezcan a causa de la burla que estas puedan generan frente a terceros.

Como se habrá podido apreciar, el personaje de Jacinta trasciende el ámbito del entretenimiento o la simple ficción. Esto, debido a que, tal como lo señaló la sentencia, refuerza prejuicios de la población andina, lo que genera la denigración de la misma, la falta de integridad en la sociedad y, sobre todo, dificulta la promoción de nuestra pluriculturalidad y el respeto que se debería tener a la misma.


[1] Citado en ZAVALA, Virginia y Gabina CÓRDOVA

2010 “El motoseo y la racialización del estudiante bilingüe “. Decir y callar. Lenguaje, equidad y poder en la Universidad peruana. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, pp. 49-73. Recuperado de http://red.pucp.edu.pe/ridei/files/2011/08/Decir-y-Callar.pdf

[2] Ibídem, p. 72

Comentarios

3 comentarios

  1. Bien por la accion tomada por estas sras de Puno , para empezar este comico establece un stereotipo de la mujer Andina y pone en ridiculo a las mismas ! Vulnerando asi su identidad ! Hay mejores vias de entretener a una audiencia ! Por citar un ejemplo de comicidad el del Argentino Verdaguer sin una lisura te hace reir ! Es asi que el arte de hacer reir no recurre a la chabacaneria o vulgaridad para cumplir con su objetivo !!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.